Los niños y las tareas del hogar

Una de las preguntas que más me hacen es si mis hijos ayudan con las labores domésticas y cómo  hago para lograrlo.
En casa somos de la idea de que tanto hombres como mujeres pueden y deben involucrarse en las tareas del hogar o aquellas tradicionalmente orientadas para niñas, mis hijos han tenido cocinitas, bebés, saben bordar, cocer un botón, cocinar, lavar ropa, los baños, etc.,  un día serán, si así lo deciden, padres de familia, esposos o incluso solteros independientes, y las herramientas que obtengan en casa los ayudarán a conducirse mejor en su vida adulta, no solo por el hecho de poder plancharse una camisa o freír un huevo, sino por todos los buenos hábitos y valores que están adquiriendo desde temprana edad como: sentido de pertenencia, responsabilidad, habilidades domésticas, autoestima, generosidad, empatía, etc. Al final no solo se harán ellos más autosuficientes sino que contribuirán para formar una sociedad más  justa e igualitaria. Este es el trabajo que nos toca como padres de familia.


Para nosotros esto es muy importante, ya que por 16 años solo hubo varones en casa, por lo que sentíamos que nuestro compromiso era todavía mayor para romper con los estereotipos. 


Afortunadamente papá ha sido un gran ejemplo, tanto que cuando Santiago jugaba al papá, era tan gracioso porque hacía una voz gruesa como mi esposo y cargaba con una pequeña laptop de juguete y en un canguro traía colgado a su bebé, decía voy a trabajar y se ponía a teclear en la laptop, mientras le daba de comer al bebé o le cambiaba los pañales, además de preparar la comida en su cocinita, para él eso es lo que hacía papá, ya que lo mismo lo veía trabajar en la computadora que preparando el desayuno. 

Aun así hacer que los niños  participen de las labores del hogar no siempre es tarea fácil y llegar al punto en que no haya necesidad de pedirles las cosas lleva tiempo.
Muchas veces la falta de interés o motivación de los niños se debe a que por querer las cosas
“bien” hechas y rápidas, impedimos que los niños participen ya que esto implica que las cosas no estarán como a nosotros nos gusta y que hacerlas tomará mucho más tiempo. Cuántas veces no hemos escuchado decir “cada vez que los niños cocinan dejan un batidero, por eso mejor lo hago yo” “cada vez que quieren ayudar en casa debo andar atrás de ellos limpiando de nuevo” “si no lo vas a hacer bien, mejor no hagas nada”… Después nos preguntamos por qué nuestros hijos no se acomiden a ayudar  o por qué no cumplen con las tareas que finalmente les delegamos. Necesitamos entender que cultivar e incentivar estos hábitos en nuestros hijos  es más importante que nuestras propias necesidades, por eso debemos, en la medida de sus posibilidades, dejarlos involucrarse en las rutinas de limpieza, valorando y agradeciendo su esfuerzo.

A continuación te quiero compartir algunos consejos y estrategias para crear rutinas de limpieza que involucren a todos los miembros de la familia.

¿Cómo hacemos para que hagan las cosas que les corresponde?
Cuando trabajas con estrategias de asignación de tareas, cuánto tiempo inviertes al día en recordárselas, en preguntar si ya las hicieron y si las hicieron bien, cuántas veces les pedimos que limpien su habitación, que recojan los juguetes, etc.
Es una lista mental interminable, no solo de lo que nosotras debemos hacer sino de todos los recordatorios que debemos hacer a los demás.
Así que lo más práctico es sentarnos  con nuestros hijos y tomar acuerdos en familia para delegar responsabilidades.

Organización familiar

  • Haz una lista de todas las cosas que se deben hacer en casa, así como su periodicidad. (lavar trastes todos los días, baños 2 veces por semana, etc.)
  • Establezcan criterios sobre lo que  cada tarea implica. (lavar ropa: separar ropa por color, poner la carga en la lavadora, sacar y colgar la ropa, recoger y doblar)
  • Si tienes hijos grandes deja que ellos elijan qué tareas van a realizar, ya sea que las hagan solos o las compartan con otros hermanos.
  • Si tienes hijos pequeños también inclúyelos en pequeñas labores de acuerdo a su edad.
  • Determinen qué tareas deben realizarse en un día y tiempo específico. (sacar la basura los martes porque ese día pasa)
  • Si es necesario escribe instrucciones sobre cómo realizar una tarea específica o enséñales con una demostración, nunca asumas que saben cómo hacer las cosas solo porque nos han visto toda la vida hacerlo.
  • Decidan si las tareas asignadas serán permanentes o si después podrán cambiarlas y cada cuánto tiempo.
  • Establezcan  reglas, incluso deja que ellos propongan cuáles son las consecuencias de no completar sus tareas.

Tablero de tareas

Después lo mejor es poner un tablero de labores, en un lugar que esté a la vista de todos, puede ser una plantilla simple para marcar las tareas o un tablero con imágenes, para este fin puedes encontrar muchas ideas en Pinterest, lo importante es que sea algo que funcione para toda la familia. También podrías llevar una agenda para organizar tus ciclos de limpieza.

Recién he cambiado mi tablero por esta estación en un pequeño rincón de casa, he unificado el concepto para todos, aunque es un poco infantil para los dos mayores, saben que es importante para sus hermanos ver que todos participarán igual.

Aquí puedes ver algunas de las plantillas de organización

Rutinas de limpieza

Establezcan rutinas de limpieza, no necesariamente debe ser una sola, puedes hacer pequeñas rutinas a lo largo del día.

Una manera de motivarse es hacer las tareas juntos, nosotros nos damos 1 hora de limpieza, ponemos música y ¡a trabajar! la mayoría de las veces terminamos antes de la hora, pero cuando les das tareas específicas y un tiempo determinado, saben qué esperar, así nos evitamos las preguntas de ¿ya acabamos? ¿Qué más hace falta? Esto lo hago los días que tenemos más cosas que hacer, el resto de la semana cada uno hace lo suyo a su ritmo, dependiendo si es tarea con hora y día asignado.

Además de esta pequeña rutina de limpieza con los chicos yo tengo las mías, en ocasiones las hago antes de que despierten o durante la mañana en los momentos que puedo dejarlos trabajando y los fines de semana también hay otra rutina familiar, en la que participamos todos, esta incluye también jardinería o algunas reparaciones que sean necesarias.

Cuando nos es posible, nos gusta prepararnos una taza de té  o consentirnos con una golosina y sentarnos a disfrutar de la casa en orden, ojo, no es un premio o condicionante.

Premios y castigos

Personalmente no me gusta esta técnica, sí la he probado, he hecho tableros para poner estrellitas y después de juntar determinadas estrellas recibe un premio, también trabajé un tiempo con el sistema de puntos, determinadas tareas otorgaban una cantidad de puntos los cuales podría canjear por golosinas o privilegios, esta última fue una estrategia recomendada  por el neuropsicólogo de Josh en su proceso de terapia, por lo que no era algo opcional y tenía un propósito muy claro en su tratamiento, así que sirvió para ese fin, pero no para la visión que tenemos.

Si bien es cierto que nosotros como adultos trabajamos en gran medida por recompensas externas como un salario, vacaciones, un asenso, etc. Es la recompensa interna la que nos hace dar más de lo estrictamente necesario, ahí está el plus, en la satisfacción del trabajo bien hecho. Dime, acaso cuando terminas de hacer el aseo o preparar la comida,  ¿no te tomas unos segundos para disfrutarlo?, ¿no te sientes bien contigo misma?,  ¿no tienes una sensación de orgullo?, ¿no das un largo suspiro?  yo sí. Eso es lo que quiero fomentar en mis hijos, la gratificación interna, pero guardando un equilibro con las recompensas externas porque también es importante que aprendan que si quieren conseguir algo, ya sea material o no,  deben esforzarse por conseguirlo y no trabajen siempre por “amor al arte” porque de algo tienen que vivir ¿no?

Consecuencias no castigos

¿Qué repercusiones tiene el no realizar las tareas domésticas? es necesario que nuestros hijos vean que cuando decidimos no cumplir con nuestras responsabilidades  hay consecuencias, no castigos, pero inevitablemente hay repercusiones, es por eso que las reglas deben quedar claras desde el inicio. En mi caso la regla es que para salir, ver la televisión, usar aparatos y dispositivos,  el tablero de tareas debe estar completo, porque aun tratándose de derechos o privilegios, en la sociedad siempre hay una norma que los  regula  y el hogar es esa primera micro-sociedad donde se aprenden y ponen en práctica los valores cívicos.
En este caso las  consecuencias impactan directamente en ellos y  tal vez  decidan  que pueden sobrevivir un día sin ver televisión con tal de no hacer sus tareas, pero estas solo se van acumulando y al final lo que deben entender es que sus decisiones también impactan a otros, como por ejemplo, si no saca la basura, esta se acumulará, generará malos olores, bichos y en caso extremo problemas de salud; ahora imaginen si le toca dale de comer al perro…

En casa vivimos en sociedad, todos necesitamos de todos, todos cooperamos y hacemos nuestra  contribución, yo quiero que mis hijos lleguen a realizar sus labores en casa por la satisfacción de aportar algo para los demás, que encuentre gratificación en un trabajo bien hecho, que reconozcan el impacto positivo que tienen en esta micro-sociedad,  así cuidarán del entorno como cuidan de casa y se preocuparán de otros así como lo hacen por su familia.

Ahora, no esperes que además hagan las cosas de buen humor y de buena gana siempre, esto lleva tiempo, es verdad que a muchos niños les encanta ayudar en casa cuando son pequeños y son fáciles de motivar, pero hay una etapa en la vida, llámese adolescencia, en la que no suelen ser tan cooperativos y no hay mucho que podamos hacer, es decir, no podemos exigir ni a ellos ni a nadie que hagan algo con una emoción o actitud determinada, como “Recoge tu cuarto pero de buena gana” lo mejor sería darle tiempo de que esté más calmado y elija cuándo hacer las cosas, lo digo en el caso de las que no tienen hora  y día determinado, porque para otras como sacar la basura,  el recolector no nos va a esperar todo el día.
Y algo muy  importante es expresarles nuestra gratitud,  es verdad que cuando tú  vas al trabajo nadie te recibe con aplausos y te agradece por haber llegado, porque esa es tu responsabilidad, pero en casa aun cuando se trate de responsabilidades, nada nos quita decir GRACIAS, hay muchas frases que puedes usar para motivar y agradecer.

Recomendaciones

  • Hagan una planificación de tareas familiar.
  • Establezcan reglas.
  • Usa un tablero de tareas que sea visible para todos.
  • Crea pequeñas rutinas de limpieza para todos.
  • Crea un ambiente relajado con música, tal vez ellos la puedan elegir.
  • Ten siempre a la mano lo que cada uno necesita para hacer sus tareas, incluso puedes tener una canastilla para cada uno con trapo, atomizador, cepillo, etc.
  • Para los más pequeños puedes comprarles la versión mini del recogedor, escoba, trapeador y cubeta, les encanta.
  • Tengan un pequeño ritual para cuando terminan la limpieza, puede ser desde tomarse el té, hasta prender una vela aromática, leer un libro, etc.
  • Y lo más importante, reconoce, valora  y agradece su trabajo.

En otro post les compartiré una estrategia que manejo con mi hijo adolescente para el manejo de sus tareas domésticas.

“Las tareas de la casa hechas con amor son un regalo para tu familia”